• La tristeza no es un estado,

      es médula uniforme, aforo de rostros

      en soledad.

      Desciendo a lo hondo y dejo vagar

      la mirada entre esqueletos de flores

      echadas al abandono.

      Hechas de silencio minucioso,

      forradas de alquitrán y coraje,

      retiradas del mercado por un pétalo gris

      en quiebre.

      Recuerdo el color de tu camisa,

      el retrato en la pared,

      lo sobrio de la mesa.

      El llanto de un niño,

      la algarabía afuera y las noches de luces

      encendidas solo por la esfera de tus ojos,

      y me hundo en la osadía del tiempo

      para dar por sentado

      la paz y la guerra

      el dolor.

      Desenfreno calamitoso de la espera.

      Se acerca la noche.

      A tientas, abro la ventana.

      Me rebelo.

      Sobre mi cabeza, el sombrero de incienso.

      Bajo mis pies,

      las

      heridas.

      Del libro: «Me hago al silencio»😍 @autoracubana